Hoy quería compartir con todos ustedes un discurso del ex director técnico de la Selección Argentina, Marcelo Bielsa, realizado en una charla que brindo en su Rosario natal precisamente en el colegio en donde el había concurrido en la infancia.
Aquí va parte de ese texto, un valioso documento:
"Los momentos de mi vida en los que yo he crecido -inició Bielsa su exposición- tienen que ver con los fracasos; los momentos de mi vida en los que yo he empeorado tienen que ver con el éxito. El éxito es deformante, relaja, engaña, nos vuelve peores, nos ayuda a enamorarnos excesivamente de nosotros mismos. El fracaso es todo lo contrario, es formativo, nos vuelve sólidos, nos acerca a las convicciones, nos vuelve coherentes. Si bien competimos para ganar y trabajo de lo que trabajo porque quiero ganar cuanto compito, si no distinguiera qué es lo realmente secundario, me estaría equivocando".
"Estoy absolutamente convencido de que la fama y el dinero son valores intrascendentes. Pasa que claro, nos lo describen con un peso tan significativo que parecería imposible resistirse a valorarlos. Creo que el espíritu amateur, el amor hacia la tarea, es lo único que vuelve satisfactorio el tránsito por el trabajo; cuando observo de qué manera son descriptos hacia el público las celebridades, los ídolos, lamento muchísimo que se jerarquicen esos tipos de cosas, que se los describan millonarios, que se los describan famosos, que se los describan extraídos de la realidad social, fuera del contacto con la gente común".
"Sé que la alegría de un triunfo en un partido dura cinco minutos, termina el partido y hay una sensación de efervescencia, una sensación de la adrenalina al tope que genera excitación y felicidad. Pero son apenas cinco minutos y después hay un vacío enorme y grandísimo. Y una soledad indescriptible".
"Quiero insistir con que mucho mejor es ser prestigioso que popular, que mucho más importante es el recorrido con el que uno llega a un lugar que el éxito o no que se obtenga en la búsqueda, que los hechos son mucho más significativos que las palabras, que demostrar es mucho más importante que hablar, que hay que permitir que ingrese la información que riega nuestra parte noble y evitar que ingrese la información que estimula nuestros bajos instintos".
"Nunca me dejé tentar por los elogios. Los elogios en el fútbol son de una hipocresía absoluta. Entonces, en el fracaso sufro mucho la injusticia del trato, no logré nunca dominar eso. Pero sí logré no creerme la duración del éxito. Como no se revisa por qué ganaste, da lo mismo: te adulan por haber ganado, no porque mereciste ganar, entonces tuve claro siempre que esa franela -porque ese es el término- es impostora".
Y la última: "No permitan que el fracaso les deteriore la autoestima. Cuando ganás, el mensaje de admiración es tan confuso, te estimula tanto el amor hacia uno mismo y eso deforma tanto... Y cuando perdés sucede todo lo contrario, hay una tendencia morbosa a desprestigiarte, a ofenderte, sólo porque perdiste. En cualquier tarea se puede ganar o perder, lo importante es la nobleza de los recursos utilizados, eso sí es lo importante; lo importante es el tránsito, la dignidad con que recorrí el camino en la búsqueda del objetivo. Lo otro es cuento para vendernos una realidad que no es tal".
¿Les Gusto?...A mi me encanto, este texto nos lo dio nuestro entrenador en el ultimo dia de entrenamiento del año en Basquet, una noche...de muchas emociones, muchas cosas para pensar, una noche que me hizo querer darlo todo tanto adentro como afuera de la cancha y...bueno, en definitiva...una noche muy pero muy especial y excelente como cierre del año, espero que les haya gustado el discurso tanto como me ha gustado a mi y...bueno, creo que ahora definitivamente he vuelto!!!
Nos vemos...y...Adiós!!!
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